La evolución de los portales científicos y su papel clave en la ciencia abierta

La primera de las mesas redondas de las VIII Jornadas de las Bibliotecas Universitarias de Castilla y León, celebradas en la Universidad de Burgos se centró en los Servicios de Soporte al Investigador, concretamente los Portales Científicos.

Juan García Serna, director de Área de Producción Investigadora de la Universidad de Valladolid; Isabel Iribarren Maestro, directora de la Biblioteca de la Universidad de Navarra; y Fernando de la Prieta Pintado, delegado del rector para Transformación Digital, Universidad de Salamanca, conformaron el panel de ponentes.

El objetivo principal del debate fue analizar y discutir el rol de los portales científicos como herramientas clave para el soporte a la investigación y la transferencia del conocimiento a la sociedad en general.

Los participantes destacaron la evolución de estos portales, su capacidad para integrar publicaciones sin sesgos, su papel en aumentar la visibilidad y transparencia de la investigación, sin olvidar la importancia de su mejora continua. También se subrayó la necesidad de una colaboración efectiva entre investigadores, bibliotecarios, gestores y profesionales de la comunicación para adaptar la información científica a diferentes públicos.

Fernando de la Prieta Pintado, delegado del rector para la Transformación Digital de la Universidad de Salamanca, subrayó la necesidad de colaboración entre los diferentes actores implicados para seguir mejorando en la agregación de contenidos y la difusión de la investigación. «Los portales científicos al final son una medida excelente para comunicar ciencia, con cosas que mejorar, pero siendo una gran evolución respecto a lo que teníamos hace muy poco tiempo”, aseguró.

Por su parte, Isabel Iribarren Maestro, directora director del Servicio de Bibliotecas de la Universidad de Navarra, incidió en la integración que ofrecen los portales científicos, especialmente en el campo de las publicaciones al afirmar que «una de las mayores aportaciones que han hecho los portales de investigación es la integración de publicaciones, independientemente de en qué bases de datos estén indexadas, lo que da una visión mucho más global de la investigación que realiza la Universidad». Además, destacó el papel crucial de los bibliotecarios, fundamentales para la calidad de los portales a través de la normalización de publicaciones y la identificación de perfiles de autor.

La visibilidad que los portales científicos proporcionan a la investigación fue puesta en valor por Juan García Serna, director del Área de Producción Investigadora de la Universidad de Valladolid, al afirmar que «visibilidad que es importante para la transparencia, para que la sociedad vea todo lo que se produce, toda la investigación que se crea y que después acaba llegando a ella», afirmó. García Serna también abogó por la búsqueda de una mayor automatización e inmediatez en la integración de los datos en los portales y una mayor homogeneidad en la presentación de la información entre las diferentes universidades.

Un aspecto en el que coincidieron los tres ponentes fue la necesidad de adaptar los portales científicos a diferentes roles, tanto investigadores, como empresas, gestores o público general, para incrementar su utilidad y su impacto.

«Hay que diseñar los portales pensando en que tienen distintos usuarios con distintas intenciones, no solo en las necesidades del investigador, sino también en las de los gestores, que son quienes utilizarán esa información para la gobernanza», aseguró Isabel Iribarren, quién centrada en la transferencia del conocimiento a la sociedad, recordó el papel de las unidades de Divulgación Científica o de los gabinetes de Comunicación a la hora de trasladar esos resultados de la investigación a la ciudadanía. En este sentido, Juan García Serna, destacó la importancia de que investigadores y divulgadores mantengan un estrecho contacto para responder a las demandas de la sociedad “por ejemplo, determinadas líneas de investigación se pueden difundir a través de comunicaciones y eventos orientados a distintos perfiles, desde colegios, institutos, escuelas de doctorado, empresas…”. Este contacto es, a juicio de Fernando de la Prieta, imprescindible para alcanzar el objetivo de hacer a la ciudadanía participe de la investigación, “sin duda herramientas de inteligencia artificial supervisadas, pueden ayudar a la rapidez y eficiencia del proceso, pero la clave son profesionales que sepan lo que se quiere transmitir”.

 

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